Este curso 2018-19 es “EL CURSO” (así, en mayúsculas) no sólo para cualquier profesor/a de Inglés que se precie, sino también para nuestros alumnos/as.
Gracias al Decreto 51/2018 de 27 de abril del Consell, la asignatura de Inglés pasa a impartirse de 3 a 4 horas semanales, dedicando una de ellas a la práctica oral.
Mediante diversos tipos de actividades y dinámicas, los alumnos tienen la oportunidad de poner en práctica el vocabulario y las estructuras de cada una de las unidades en contextos simulados.
En el tiempo que llevamos con esta práctica, la evolución es palpable. Consolidan más rápidamente lo aprendido en cada unidad, adquieren más soltura a la hora de responder a una pregunta que no esperan, mejoran la fluidez y la pronunciación.
A priori esperaba más reticencia por parte de los alumn@s más tímidos o de aquellos a los que le cuesta más el aprendizaje del idioma, pero me ha sorprendido muy gratamente ver que es una hora que esperan con mucho entusiasmo y el índice de participación supera con creces mis expectativas.
Era absolutamente necesario tomar alguna medida que mejorase significativamente el nivel de inglés de nuestros chicos y chicas, que consiguiera convertirlo de un modo más eficaz en una herramienta que le va a servir para abrirle puertas en un futuro a medio plazo no sólo a nivel comunicativo, sino también académico, laboral y social.
Estoy segura de que esta innovación, junto con la colaboración en casa apremiándoles a ver series y películas en versión original, contribuirá a que el famoso “Inglés nivel medio“ deje de ser objeto de mofa y se convierta en una esperanzadora realidad desde su preadolescencia.