Los alumnos de tercero, cuarto y quinto, en la asignatura de naturales, gracias a la madre de la ciencia, “el experimento”, han descubierto y entendido qué es ese concepto conocido como volumen.
Quién les iba a decir que con un simple vaso de plástico, una piedra y agua (un sencillo experimento) y utilizando materiales de fácil accesibilidad, averiguarían sin problema el volumen de dicha piedra, es decir, el espacio que ocupa en un líquido.
Como verdaderos científicos han tenido que rellenar su correspondiente ficha, explicando paso a paso todo el proceso que han llevado a cabo.
Vuelve a ganar la práctica a la teoría y a demostrar que jugando, experimentando y razonando, aprendemos aquello que inicialmente parece difícil entender.